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Desde Norbera confiamos en la importancia de acercar a nuestros chicos y promover la cultura de la igualdad, del altruismo y de los valores que facilitan la buena convivencia con otras personas de diferente cultura, país o forma de pensar.

El año pasado funcionó muy bien y este año volvemos a repetir. El taller consta de dos sesiones (una por semana) donde con dinámicas muy participativas abordamos diferentes aspectos que facilitan, o por el contrario obstaculizan el buen funcionamiento de las relaciones personales. En la segunda sesión hemos estado trabajando con los prejuicios que nos condicionan nuestra opinión sobre los demás (forma de vestir, edad, color de la piel, etc.), y también con los fallos comunicacionales que dan lugar a errores, malentendidos y conflictos que nos suceden a veces por no tener en cuenta la forma en que nos comunicamos.

En definitiva, se trata de abrir la mente, ser tolerantes y dar oportunidades a las personas para que podamos conocerlas apartando juicios y prejuicios que no sólo no nos ayudan, sino que generan conflictos innecesarios y pérdida de oportunidades de relación y crecimiento.

Los chavales se lo pasaron muy bien y aportaron su granito de arena para mejorar poco a poco nuestra sociedad y nuestro pequeño mundo.

En la segunda sesión del taller seguimos trabajando el efecto que tienen en nosotros los rumores o estereotipos. En una dinámica en la que los chicos se dividieron en dos grupos tenían que elegir de entre un grupo de personas con quien se sentarían a cenar. El objetivo era ver como una persona definida como refugiada de 28 años con acné podía ser también una activista de derechos humanos. En definitiva, percatarnos de que si juzgamos a alguien únicamente por una de sus facetas estaremos errados.

Mas tarde también nos presentaron algunas paginas web interesantes como refugee.tv (televisión organizada por refugiados sirios en Grecia), videos acerca del daño que pueden hacer los estereotipos o el triple filtro de Sócrates para evitar rumores.

Tras el taller comimos una rica barbacoa y una lasaña vegana exquisita. Durante el taller los chavales estuvieron a gusto y preguntaron acerca de sus dudas e inquietudes generando debates interesantes.

Agradecer a Silvana Luciani y a Shandra Lourido, de S.O.S racismo Gipuzkoa, la excelente disposición y amabilidad para llevar adelante el Taller.